CAMBIOS EN LOS MODOS DE PRODUCCION EN EL PERÚ
El descubrimiento
del Nuevo mundo y su posterior invasión no significo solamente la revelación de
una nueva geografía, significó por sobretodo el descubrimiento de nuevas
estructuras sociales bien definidas. Estructuras desarrolladas bajo los
cimientos de una base económica sólida y una cultura milenaria que encontró, en
Sudamérica, en los Andes su mayor expresión.
En el campo del
estudio económico, y más aún en la historia económica, utilizaré los conceptos
de Javier Tantaleán[1] para
explicar el proceso de cambio en las estructuras socioeconómicas; para este
estudio la historia económica debe ser “el
análisis de las “leyes” de producción. (…), al considerar a la producción como
el lugar central para la comprensión de una sociedad, el tema es definir la
forma como se produce y las relaciones que asocian a los individuos dentro de
ese proceso de producción determinado.”.
Es dentro de estos conceptos- instrumentos, como los llama
Tantalean, que nuestro estudio tendrá como núcleo los modos de producción y la formación social
que caracterizaron a las sociedades desde el Tahuantinsuyu hasta la posterior
invasión europea y el establecimiento de la colonia.
Los modos de
producción están determinados en cuanto a lo económico por el conjunto combinado
de fuerzas productivas y de relaciones de producción.
Como lo mencionó
John Murra en su popular libro La
organización económica del estado inca, “La
existencia y supervivencia de una estructura político-social como el estado
inca dependió tecnológicamente de una agricultura capaz de producir
sistemáticamente excedentes después de satisfechas las necesidades de
subsistencia del campesinado.”[2]
.
En el Tahuantinsuyu
las fuerzas productivas se habían desarrollado de tal forma que las fuerzas de
trabajo indígena, componentes junto con los medios de producción de la fuerza
productiva, eran tasadas de tal manera
que no afectaban la salud del súbdito. El Estado inca no hacia esto por
humanidad sino porque su régimen económico tenía en cuenta que cada productor
viviente era una fuente de ingresos.[3]
Bajo las
instituciones de trabajo precolombinas de la mita y la minka se organizo la
fuerza de trabajo; en el caso de la mita, se desarrollaba como un régimen de trabajo desde la época
prehispánica para todas las obras publicas[4] en forma de tributación al estado inca en los que tradicionalmente, los trabajos pesados como los de agricultura o la construcción
de casas eran realizadas mediante un esfuerzo colectivo(…).Como en otros casos
de trabajos colectivos se llamaba a la mita para cultivar la tierra del curaca
y eventualmente al del estado.[5];
la minka, se llevo a cabo también como esfuerzo
colectivo sin embargo su fin no era el curaca ni el estado sino la misma
comunidad indígena.
En cuanto
a los Medios de producción, compuestos por los medios de trabajo y los objetos
de trabajo; podríamos mencionar que en los medios de trabajo, el beneficiario de la mita debía
proporcionar en cada caso la semilla o los tallos para plantar, alimentos y
chicha para los trabajadores[6].
Y en lo que se refiere a los objetos de trabajo, la tierra había sido reasignada periódicamente después de la cosecha (…);
esta política fue continuada y posiblemente sistematizada después de la
conquista cuzqueña[7].
Es así que como lo menciona Murra, hubo dos dimensiones de la agricultura y de
la tenencia de tierras: El cultivo de plantas andinas por parte de los
indígenas de tal manera que se garantizaba la autosuficiencia campesina, y el
establecimiento de unidades agrícolas productoras de rentas atribuidas al
estado o al culto solar.
La producción y distribución
inca estuvieron determinadas por diferentes instituciones de carácter social y
mantenidas como parte de la cultura y de la historia de este pueblo, estas
relaciones sociales basadas en los principios de reciprocidad y redistribución
generaron diversas formas de cooperación de las cuales la mita solo es la más
conocida. Estas relaciones se basaron en relaciones de parentesco, también con la
incorporación de las culturas derrotadas y asimiladas por los incas, y se
justificaron con el sometimiento por parte de una elite “divina”.
En resumen podemos
hablar de la economía inca como una economía en la que el esfuerzo colectivo constituía
el motor de esta sociedad jerárquica[8]
que se apropiaba del producto indígena y redistribuía lo sobrante y que floreció
en los andes y sus tierras.
[1] Javier Tantalean en Poder y servidumbre, Cap I, utiliza los términos del materialismo histórico
desarrollados por Karl Marx.
[2] John Murra, La organización económica del estado inca, editorial Siglo
veintiuno, Primera parte, Cap I. Agricultura, pp.47-48.
[3] Emilio Choy, Trasfondo económico de la Conquista de América,
p.286.
[4] José Mesia Valela, Iniciación foral en el Perú, Cita a Jorge Basadre
en el Régimen de la mita, p.188.
[5] John Murra, La organización económica del estado inca, editorial Siglo
veintiuno, Primera parte, Cap I. Tenencia de la Tierra, p.65.
[6] John Murra, La organización económica del estado inca, editorial Siglo
veintiuno, Primera parte, Cap I. Tenencia de la Tierra, p.65.
[7] John Murra, La organización económica del estado inca, editorial Siglo
veintiuno, Primera parte, Cap I. Tenencia de la Tierra, pp.62-63.
[8] Muchos historiadores
económicos y economistas han pasado a llamar a estos específicos modos de
producción bajo el nombre de “Modo de producción asiático”, Javier Tantalean,
Poder y servidumbre, Modo de Producción asiático, Estado y sociedad inka.
Muy interesante artículo! Según me parece, con respecto a este fenómeno, al paradigma marxista (con su análisis de clases y de la distibución de los tiempos de trabajo) tiene mucha mayor capacidad explicativa que el enfoque neoclásico de meros individuos interactuando contractualmente conforme a sus intereses particulares. La escuela institucionalista tmb nos da interesantes perspectivas en referencia a este tipo de organizaciones sociales.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario; sí aunque muy criticado con respecto a otros temas la teoría marxista nadie puede negar que Marx acertó con su materialismo histórico, explicando ampliamente el desarrollo de la sociedad como un todo, componente de diferentes grupos sociales capaces de dirigir el rumbo de su devenir hiistorico.
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