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miércoles, 20 de marzo de 2013

Del Tahuantinsuyu a colonia española.(Parte II)


CAMBIOS EN LOS MODOS DE PRODUCCION EN EL PERÚ

Del Tahuantinsuyu a colonia española (Parte II)
Una vez realizado el encuentro de los mundos, América incorporada al desarrollo mundial. Es entonces que se inicia la invasión del  continente y así es como  El conquistador, al colonizar el Nuevo Mundo, amplio el ritmo de acumulación, pues capturaba o sujetaba a los indios sin abonar precios de consideración por ellos[1] y mas aun se apropiaba del producto generado por ellos guiados por el pensamiento mercantilista de ese tiempo.
Para poder explicar los cambios en los modos de producción en el Perú una vez conquistado será necesario no solo entender las instituciones que darían forma al nuevo sistema económico, sino también será necesario entender: ¿Qué fue la conquista del Perú? . Y sera entonces que con el propósito de respondernos a esta interrogante afirmare lo que Choy dice respecto a que la historia de la conquista del Perú es la historia de la opresión de los indígenas, cuyo sistema social fue destruido y reemplazado por otro inducido por los europeos. En el terreno de los dominadores fue la lucha entre la burguesía y el Estado español para obtener el máximum de posiciones en el sistema económico.
Volveré a describir el proceso socioeconómico en este nuevo contexto y para ello me basare una vez más en el estudio de Javier Tantaleán.
En cuanto a las fuerzas productivas y a las relaciones sociales de producción, comenzare explicando sus componentes no solo como característicos del nuevo modo de producción sino también en comparación al anterior modo de producción inca.
A los conquistadores europeos que consiguieron someter a los incas les fueron encomendados los indígenas y fueron ellos los que después se consolidarían como la incipiente burguesía colonial[2]. La fuerza de trabajo indígena no seria considerada de igual forma que en el Tahuantinsuyu ya que el encomendero modifico el sistema de percepción de la renta; él no podía considerar al indio con el mismo criterio que el inca a sus funcionarios, porque el indio no era su vasallo; (…); se le había “encomendado” (al indio) por una o dos vidas y debía ser tratado como un siervo[3].

A diferencia de la economía del estado inca, la economía colonial no se basaba en la agricultura en su lugar la minería era la industria privilegiada de la Colonia cuya explotación era de carácter obligatorio[4] y es posteriormente que la encomienda en el Perú, saltando sus limitaciones, desarrolla en su seno el embrión de la producción capitalista como fue el caso de las manufacturas de telas u obrajes[5].
El trabajo en la colonia se organizo a partir de dos formas, el de servicios personales y el trabajo que se realizaba en los repartimientos de indios. Los servicios  personales consistían en aquellos que se hacían en forma permanente y gratuita a favor de la corona, estas se dividían en transacciones de alquileres y en transacciones de la mita. El repartimiento fue una institución económica que favorecía al encomendero español con el trabajo obligatorio del indio[6]
En cuanto a los medios de producción, su propiedad ya no era del Estado inca, en su lugar se asentó la corona española y los conquistadores bajo la forma de encomendados y vecinos estableciendo un nuevo régimen agrario que estableció concesiones bajo la forma de Capitulaciones. La propiedad de los conquistadores sobre los medios de producción y la fuerza de trabajo garantizo la apropiación total del producto indígena puesto que se habría apropiado de toda la fuerza productiva en una suerte de capitalismo incipiente con rezagos de instituciones feudales y esclavistas.
La producción y distribución ya no estuvieron basados en relaciones sociales de reciprocidad y redistribución, muy por el contrario se desmantelaron las antiguas formas de cooperación inca, solo aprovechando aquellas que facilitarían la explotación del indígena como el caso de la mita. Se inician las nuevas formaciones sociales que darían paso al origen de la propiedad privada a partir de la comunal de los ayllus.

Y es entonces como el sistema colonial español en América fue considerada como la primera etapa de acumulación primitiva, pero que no desarrollo su producción industrial a diferencia de Inglaterra, ya que las ganancias logradas por la burguesía española fueron desplazadas por el Estado despótico[7].



[1] Emilio Choy, Trasfondo económico de la Conquista de América, p.266.

[2] Además de esto Emilio Choy ya habría mencionado “la Conquista fue obra de las ciudades; de sus comerciantes y prestamistas, de las clases populares; interviniendo el poder real de forma secundaria…”
[3] Emilio Choy, Trasfondo económico de la Conquista de América, p.266.
[4] Cesar Antonio Ugarte, Historia económica del Perú, Cap. II, La minería.
[5] Emilio Choy, Trasfondo económico de la Conquista de América, p.289.
[6] José Mesia Valela, Iniciación foral en el Perú, pp.184, 187
7 Emilio Choy, Trasfondo económico de la Conquista de América,

martes, 12 de marzo de 2013

Del Tahuantinsuyu a colonia española.(Parte I)



CAMBIOS EN LOS MODOS DE PRODUCCION EN EL PERÚ

 El descubrimiento del Nuevo mundo y su posterior invasión no significo solamente la revelación de una nueva geografía, significó por sobretodo el descubrimiento de nuevas estructuras sociales bien definidas. Estructuras desarrolladas bajo los cimientos de una base económica sólida y una cultura milenaria que encontró, en Sudamérica, en los Andes su mayor expresión.

En el campo del estudio económico, y más aún en la historia económica, utilizaré los conceptos de Javier Tantaleán[1] para explicar el proceso de cambio en las estructuras socioeconómicas; para este estudio la historia económica debe ser “el análisis de las “leyes” de producción. (…), al considerar a la producción como el lugar central para la comprensión de una sociedad, el tema es definir la forma como se produce y las relaciones que asocian a los individuos dentro de ese proceso de producción determinado.”.

Es dentro de estos conceptos- instrumentos, como los llama Tantalean, que nuestro estudio tendrá como núcleo  los modos de producción y la formación social que caracterizaron a las sociedades desde el Tahuantinsuyu hasta la posterior invasión europea y el establecimiento de la colonia.

Los modos de producción están determinados en cuanto a lo económico por el conjunto combinado de fuerzas productivas y de relaciones de producción.

Como lo mencionó John Murra en su popular libro La organización económica del estado inca, “La existencia y supervivencia de una estructura político-social como el estado inca dependió tecnológicamente de una agricultura capaz de producir sistemáticamente excedentes después de satisfechas las necesidades de subsistencia del campesinado.”[2] .

En el Tahuantinsuyu las fuerzas productivas se habían desarrollado de tal forma que las fuerzas de trabajo indígena, componentes junto con los medios de producción de la fuerza productiva, eran tasadas de tal manera que no afectaban la salud del súbdito. El Estado inca no hacia esto por humanidad sino porque su régimen económico tenía en cuenta que cada productor viviente era una fuente de ingresos.[3]

Bajo las instituciones de trabajo precolombinas de la mita y la minka se organizo la fuerza de trabajo; en el caso de la mita, se desarrollaba como un régimen de trabajo desde la época prehispánica para todas las obras publicas[4] en forma de tributación al estado inca en los que tradicionalmente, los trabajos pesados como los de agricultura o la construcción de casas eran realizadas mediante un esfuerzo colectivo(…).Como en otros casos de trabajos colectivos se llamaba a la mita para cultivar la tierra del curaca y eventualmente al del estado.[5]; la minka, se llevo a cabo también como esfuerzo colectivo sin embargo su fin no era el curaca ni el estado sino la misma comunidad indígena.

En cuanto a los Medios de producción, compuestos por los medios de trabajo y los objetos de trabajo; podríamos mencionar que en los medios de trabajo, el beneficiario de la mita debía proporcionar en cada caso la semilla o los tallos para plantar, alimentos y chicha para los trabajadores[6]. Y en lo que se refiere a los objetos de trabajo, la tierra había sido reasignada periódicamente después de la cosecha (…); esta política fue continuada y posiblemente sistematizada después de la conquista cuzqueña[7]. Es así que como lo menciona Murra, hubo dos dimensiones de la agricultura y de la tenencia de tierras: El cultivo de plantas andinas por parte de los indígenas de tal manera que se garantizaba la autosuficiencia campesina, y el establecimiento de unidades agrícolas productoras de rentas atribuidas al estado o al culto solar.

La producción y distribución inca estuvieron determinadas por diferentes instituciones de carácter social y mantenidas como parte de la cultura y de la historia de este pueblo, estas relaciones sociales basadas en los principios de reciprocidad y redistribución generaron diversas formas de cooperación de las cuales la mita solo es la más conocida. Estas relaciones se basaron en relaciones de parentesco, también con la incorporación de las culturas derrotadas y asimiladas por los incas, y se justificaron con el sometimiento por parte de una elite “divina”.

En resumen podemos hablar de la economía inca como una economía en la que el esfuerzo colectivo constituía el motor de esta sociedad jerárquica[8] que se apropiaba del producto indígena y redistribuía lo sobrante y que floreció en los andes y sus tierras.



       


[1] Javier Tantalean en Poder y servidumbre, Cap I,  utiliza los términos del materialismo histórico desarrollados por Karl Marx.
[2] John Murra, La organización económica del estado inca, editorial Siglo veintiuno, Primera parte, Cap I. Agricultura, pp.47-48.
[3] Emilio Choy, Trasfondo económico de la Conquista de América, p.286.
[4] José Mesia Valela, Iniciación foral en el Perú, Cita a Jorge Basadre en el Régimen de la mita, p.188.
[5] John Murra, La organización económica del estado inca, editorial Siglo veintiuno, Primera parte, Cap I. Tenencia de la Tierra, p.65.

[6] John Murra, La organización económica del estado inca, editorial Siglo veintiuno, Primera parte, Cap I. Tenencia de la Tierra, p.65.
[7] John Murra, La organización económica del estado inca, editorial Siglo veintiuno, Primera parte, Cap I. Tenencia de la Tierra, pp.62-63.
[8] Muchos historiadores económicos y economistas han pasado a llamar a estos específicos modos de producción bajo el nombre de “Modo de producción asiático”, Javier Tantalean, Poder y servidumbre, Modo de Producción asiático, Estado y sociedad inka.